Informe (Juana)

Informe fue un aglutinador de artistas y activistas. Un catalizador de modos y modas. La primera tienda de Barcelona donde se podía encontrar ropa y complementos de diseñadores independientes, autoproducciones de bandas locales y discos de punk, hardcore y otros estilos fuera del circuito estándar que no se podían encontrar en ninguna otra parte, fanzines de diferentes temáticas, exposiciones, etc. Informe fue el abono del do-it-yourself. Si tenías un grupo o hacías un fanzine, ya tenías un sitio donde conectar con la gente. Informe era un tablón de anuncios gigante donde interactuar con otra gente de tu mismo entorno.

La idea de abrir una tienda surgió de Mr. Ra, Rafael, una gente que hacía el diseño de la ropa de la marca Artefacto. Yo en ese momento ya tocaba en Dios y trabajaba en el taller de Mr. Ra haciendo serigrafía. Fue entonces cuando se fue perfilando la idea de abrir una tienda para vender la ropa que ellos mismos diseñaban y la de otros diseñadores, aprovechando la parte de abajo del mismo taller. Fue Mr. Ra quien decoró nuestro primer local en Torres Amat, 11. El techo estaba hecho con 5.000 tiras de papel de periódico, de manera que cuando entrabas o salías de la tienda se movía todo. En muchos temas como la decoración y el diseño de ropa íbamos adelantados tranquilamente dos décadas. Recuerdo que rompímos la pared como si estuviera en obras, como si fuera una trinchera, algo que ahora se puede ver en muchas tiendas. La tienda se abrió en 1983 y estuvimos durante un año y medio en ese local.

Mr. Ra y su pareja, Morela, llevaban todo el tema de ropa. Yo, a parte de trabajar en su taller, tenía un programa con Christian de Dios en Radio Obrera llamado Licuadora R.O. Justo antes de formar Dios habíamos tenido una banda medio performance que se llamaba Póngase En Mi Lugar, pero duró muy poco tiempo. A raíz del programa de radio empezamos a tener contacto con un montón de grupos y a entrevistarlos. De esa relación con las bandas surgió la idea de empezar a vender material alternativo como fanzines y autoproducciones. Dentro de nuestro programa había un espacio dedicado al punk llamado Licuadora punk que lo llevaban el Joni y el Ferran.

En muchos temas como la decoración y el diseño de ropa íbamos adelantados tranquilamente dos décadas. Recuerdo que rompímos la pared como si estuviera en obras, como si fuera una trinchera, algo que ahora se puede ver en muchas tiendas

Empezamos vendiendo nuestra ropa y también la de gente que la hacía ella misma como la Georgina o la Rosa de Resorte y la de otra gente que hacía complementos como cinturones. Le llamamos Informe de Modos y Modas. ‘Informe’, porque iba a ser un sitio donde ibas a poder encontrar información; ‘modos’, por toda la vertiente ideológica y musical vinculada a las autoproducciones y a los fanzines, y ‘modas’, por el tema de la ropa de Artefacto y otra gente. Además utilizábamos el programa de radio para asociarlo a la tienda. Nos hacíamos autopromoción: “Recuerda que puedes encontrarnos en tal calle y si tienes un grupo y quieres que vendamos tu material pásate a vernos”. Todo eso ayudó bastante a que la tienda fuera adquiriendo pluralidad y diversificación.

Se nos ocurrió la idea de hacer un periódico mural gigante en la pared. Era como un gran tablón de anuncios. Tenía cinco páginas móviles unidas por una bisagra. Una se llamaba ‘ciudad’, la otra ‘ecos’, la otra ‘modos’, la otra ‘modas’ y la última ‘anuncios’. Cada mes renovábamos todo el contenido. En la parte de arriba de la tienda hacíamos exposiciones de diferentes temas: de pintura, de fotografía, de ropa… Incluso hicimos una exposición de porros a escala, con maquetas gigantes hechas de cartulina. Era un sitio abierto a que cada uno hiciera periodismo.

Joni y Mr. Ra a la salida de Informe (Archivo Joni)

Por problemas de no renovación de contrato, la tienda se cerró durante unos cuatro meses, de febrero del ‘83 a agosto del ‘84. Si no recuerdo mal, el segundo Informe de la calle del Carme, 90 lo inaguramos en noviembre del ’84. Durante esa temporada estuve trabajando en cosas relacionadas con el cine, desde la producción al doblaje. Fue ahí donde conocí a Mercedes, la que sería mi socia. Ella estaba muy metida en cosas relacionadas con la ciencia ficción y se interesó muchísimo por formar parte del proyecto. Más que nada fue una socia capitalista, ya que todo el peso de la decoración, los escaparates y la ropa corrió a cargo de Mr. Ra y yo llevaba más todo el tema de proveedores, aparte de ser la responsable de la tienda. Encontramos una tienda en traspaso en la calle del Carme y pedimos un préstamo para poder arrancar. Por confianza, nunca hicimos papeles entre los socios. Cada uno puso una parte de la inversión. Mercedes llevaba todo el tema de ciencia ficción en la tienda y contrató a una persona de confianza como encargada de esos temas.

Le llamamos ‘Informe de Modos y Modas’: ‘Informe’, porque iba a ser un sitio donde ibas a poder encontrar información; ‘modos’, por toda la vertiente ideológica y musical, y ‘modas’, por el tema de la ropa

Nuestra relación se fue desgastando, sobre todo después de un episodio con una quiniela. Ella hacía cada semana una quiniela con la gente que llevaban lo de ciencia ficción, hasta que un día me dijo que estaba cansada, que ya no la quería hacer más, que la hiciera yo. Al final un día rellené la quiniela en su lugar con la sorpresa de que tocó justo la columna que yo había rellenado. No era demasiado dinero. La habíamos hecho entre tres y tocaba a unas cien mil pesetas por persona, pero no quisieron compartirlo conmigo. Se lo dieron a Mercedes, que en vez de dármelo dijo que lo invertiría en la tienda. Eso me dolió, no por el dinero, sino por la manera en que se hizo. Finalmente le dije que no quería tener a su encargado de ciencia ficción trabajando en la tienda, que con una dependienta ya había suficiente. Después de este episodio no me sentía cómoda con ese tío en la tienda. Además estaban empezando a abusar con los precios de los cómics. Se creían que aquello era El Corte Inglés. Hasta que llegó un día en que recibí una llamada y me dijo que pasara por su casa para hablar, que había cerrado la tienda. Me quedé blanca. Nosotros teníamos un altillo en la tienda que era nuestro taller y oficina, así que le dije que quedáramos en la tienda, que no tenía por qué ir a su casa. Inmediatamente llamé a Mr. Ra y le conté la situación. Fue brutal, porque nos pasamos semanas enteras petando el candado de la persiana para poder abrir la tienda. Nosotros lo petábamos por la mañana y al día siguiente ella ya había puesto un candado nuevo. Recuerdo que llamé a Manolo de los Decibelios. Ellos trabajaban en una fragua y se presentaron al momento con unas tenazas para cortar el candado. Al final empezamos con abogados y la cosa acabó en juicio.

Se presentaron como testigos Salvattore de Radio Pica y muchos otros proveedores. Se habían llevado toda la documentación, los talonarios y parte del depósito. Fue increíble, porque ella simplemente había sido una inversora. Puso 300.000 pesetas, igual que yo. La idea de la tienda fue totalmente nuestra. De hecho, funcionó porque ya habíamos hecho un trabajo previo con nuestra primera tienda. Le habíamos dado mucha popularidad a través del programa de radio y con la ayuda del Joni y el Ferran conectamos con toda la escena punk y conseguimos autoproducciones de bandas de todas partes, incluso internacionales, ya que también le comprábamos discos a la gente del Pirata. También a través de la distribuidora Pancoca teníamos material de todas las independientes españolas, como DRO, 3 Cipreses, Grabaciones Accidentales y cosas de bandas de Euskadi. Fue la primera y posiblemente la única tienda autogestionada de Barcelona de aquel momento. Éramos unos pioneros. Íbamos a Madrid y comprábamos ropa militar de camuflaje auténtica, no lo que venden ahora en el Zara, bisutería, complementos…

Conectamos con toda la escena punk y conseguimos autoproducciones de bandas de todas partes. Fue la primera y posiblemente la única tienda autogestionada de Barcelona de aquel momento

Paralelamente, hacíamos un fanzine que se llamaba Radio Carolina. Lo hacíamos con la gente de Flor y Nata Records. Ellos se querían centrar en cosas más pop y estaban metidos en Radio Badalona, así que al final nos separamos. La relación duró unos tres números. Luego el fanzine pasó a llamarse Rompeolas y arrancamos con el número cuatro como si fuera una continuación de Radio Carolina.

También montábamos muchas fiestas en Zeleste con la colaboración de Chema. Nos dejaba la sala gratis e incluíamos una consumición con la entrada. Además poníamos precios muy populares.

Teníamos buena relación con casi toda la prensa. Con Kronia de La guía del ocio, Ferran Riera de La Vanguardia, Luis Hidalgo… Luego gente como Juan Cervera y Santi Carrillo empezaron Melodías Exóticas. Eran dos chavalines que pasaban por la tienda y tenían un programilla de radio en Radio Badalona.

1986, Dios actuando en Zeleste: Juana y Christian Dios (Foto: Xavier Mercadé)

Luego montaron el Rock Especial y se olvidaron de su pasado fanzinero. Incluían anuncios del Banco Atlántico en la contraportada de su revista. Ellos no venían del periodismo; Rock Especial, como revista, estaba en función de lo que editaban las multinacionales. Además te los encontrabas y te esquivaban. También hacíamos los flashes del Ruta 66 de Jaime Gonzalo, pero un día nos metimos con el programa Estoc de Pop y nos quitaron esa sección porque Elena Posa, su directora, le dio el toque a Jaime. Firmábamos como ‘Licuadora’. Desde la tienda dábamos cobertura a los punkis, a los mods, a los popis, a los experimentales. A todos menos los heavies, que ya la tenían. Habíamos estado vinculados al concurso de música rock de la sala Zeleste y habíamos trabajado mucho con Transformadors. Yo estaba de jurado como Informe; Christian, como Radio Carolina; la gente de Kaleidoscopio, que era una gente que se dedicaba a hacer fotos, etcétera. Un día cuando salía de la tienda para ir a hacer de jurado vi una furgoneta sospechosa aparcada en la esquina. Pensé: “¿A ver si es Mercedes que quiere vaciarnos la tienda?”.

Iba con Ferran y Joni. Al día siguiente estaba todo destrozado: cristales, perchas… Llamé a Loperena, nuestro abogado, y lo denunciamos como robo. Nos dedicamos a buscar firmas para que la tienda no se cerrara, incluso un día acabamos en comisaría porque Mercedes denunció que dentro de su tienda se habían afincado unos okupas. Se había llevado todo el stock de material en depósito, así que le pasé su teléfono a todos los proveedores. La llamaban diciéndole: “¡Quiero mis pantalones!”. Ella estaba trabajando en Gràcia, así que le tendimos una emboscada para recuperar todo el stock. El Pica lo grabó todo en directo con una grabadora de voz y lo emitió por la radio para que la gente se enterara de lo que estaba ocurriendo. Finalmente le pusimos una querella por robo y estuvo durante meses en busca y captura.

Desde la tienda dábamos cobertura a los punkis, a los mods, a los popis, a los experimentales. A todos menos los heavies, que ya la tenían

Como clausura de la tienda se hizo un último fanzine audiovisual. Se tituló Se Buscan Malas Historias. Convertimos la tienda en un plató y la gente pasaba y nos explicaba alguna experiencia chunga que les hubiera sucedido, y todo eso mientras los skins, por otro lado, amenazaban con aparecer y destrozarlo todo.

Finalmente le concedimos el perdón a Mercedes, ya que no tenía propiedades ni coche. Nos reservamos el derecho de una demanda de sociedad por vía civil.

Para lo del fanzine audiovisual nos dejó las cámaras Bigas Luna. Durante tres días rodamos desde gente de Las Ramblas a gente que se movía por Barcelona, y con eso despedimos la tienda. El vídeo se pasó en la fiesta del fanzine de los ojos que hicimos en Zeleste. Se hizo un montaje de unos nueve minutos. Se rodó en 35mm. y en vídeo profesional, y luego como banda sonora pusimos algunos temas de PIL, Nina Hagen… Durante las últimas semanas de la tienda se puso una diana con la cara de la Mercedes y la gente le podía tirar dardos.

Informe fue mucho más que eso. Aún con la tienda vacía continuamos; ideas no faltaban. Teníamos muy buena relación con el Kafe Volter e hicimos una exposición de grafitis. También se expuso allí el techo de la trinchera de Informe para que todo el mundo que pasara pudiera dejar sus mensajes, sus pintadas.

Fotografía de portada: Juana en la puerta del primer Informe (Archivo Joni)

Extraído de Harto de todo: Historia oral del punk en la ciudad de Barcelona 1979-1987 de VV. AA. (BCore, 2011)


Al habla Juana de la Cruz, nacida en 1961 en el barrio de Santa Caterina (Barcelona)