Recuperando discos. ’Finally′ Shanty Rd (BCore, 2002)

Shant Rd- Finally

Lo bueno del recuperar discos y del escarbar en las estanterías discográficas es que uno se da cuenta de muchas cosas a toro pasado. Con el peso de la prespectiva y el tino del reposo. Una de ellas es la cantidad y la calidad de la escena ‘hardcore’ en nuestro país, y más concretamente en Barcelona. Multitud de bandas, algunas más fugaces, o funcionando a relampagazos, otras más constantes en el tiempo. Pero todas ellas dan buena cuenta del caldo de cultivo existente. De la riqueza de matices y de la buena onda que se desprende en todo el recorrido sonoro de este movimiento musical. Una de estas formaciones culpables de aportar su visión y acierto al ‘hardcore’ fueron Shanty Rd.

‘Finally’, editado por BCore en 2002, fue su primer LP, que llegó después de tan solo dos pequeñas referencias existentes hasta la fecha: el single «Maider» (Marry Me Records, 1998), y su aparición en el mítico recopilatorio «Five Missiles in Orbit» (BCore 1997). Tan solo dos perdigonazos que dejaban entrever la calidad de este trío barcelonés formado por Wences Aparicio (voz y guitarra) -miembro de Nueva Vulcano-, Dídac Santesmasses (bajo) y David Sitges (batería). Así pues, ‘Finally’ supuso su puesta de largo. Un musculado disco de nueve pistas con todos los componentes del ‘post hardcore’ más visceral. Un sonido rocoso, punzante y a muchas vueltas psicodélico que se situaba entre las aguas de dos compañeros de discográfica: Aina y No More Lies. Algo que demuestra que aquello de las escenas solo tiene sentido cuando no solo un puñado de bandas coinciden en espacio y tiempo, sino que sus sinergías y energías les llevan a mezclarse, a colaborar, a sumar todos por un todo sin nombres y apellidos.

Este disco fue producido por las savias manos de Santi García de Ultramarinos; un nombre reconocible en tantas otras referencias. ‘Finally’ es un viaje ruidoso y potente por los subterráneos melódicos. Que empieza con la bofetada de ‘Dally Routine Stone’ y desliza entre guitarrazos y líneas de bajo gordas como porras hasta la adictiva ‘Go Hd Filter’. Una cabriola meridional que nos enseña una patita en la vertiente más californiana del punk rock. Para luego iniciar un descenso oscuro y vibrante con ‘Allegro’, y, finalmente, salir a la superficie a respirar un poco de aire con la rezumante de ‘groove’ ‘Outdoor’. Un camino ameno, directo, contundente y golpeador. Una delicia que vale mucho la pena rescatar.