Entrevista a Pat Graham: el fotógrafo de Dischord
Pat Graham es un silencioso pilar de la escena, uno de los que que pasan desapercibidos pero sin los que no existirían imágenes icónicas que ayudan a definir una generación, un movimiento, una banda y en definitiva, a sí mismo, porque todo lo que hace lo hace por pasión, desde dentro y amando cada kilometro del viaje.
Graham es uno de los fotógrafos que mejor y desde más cerca ha retratado la escena punk de Washington DC, las Riot Grrrl o las giras de The Make Up, June of 44 o Tortoise y demás, durante los ‘90; fotografías recogidas en su primer libro Silent Pictures (2007). Ha documentado incansablemente y durante más de 20 años a la banda Modest Mouse, trabajo recogido en su último libro hasta el momento. Y más recientemente, y después de mudarse a Londres, a entablado relación creativa con Johnny Marr, el legendario guitarrista de The Smiths. Ha ido de un proyecto a otro, fotografiando músicos fuera y dentro de los escenarios, compaginado con otros proyectos totalmente alejados de la industria musical y publicando sus imágenes en infinidad de medios, libros y portadas de discos durante 25 años.
En pocos días visitará Málaga para inaugurar una exposición sobre su proyecto fotográfico y segundo libro INSTRUMENT (2011) e impartir el workshop «Capturando los momentos” dentro de las Jornadas de Cultura Urbana MOMENTS que tienen lugar del 3 al 11 de noviembre.
Con este motivo, le hemos podido hacer unas cuantas preguntas sobre su trayectoria, su relación con la fotografía o sus amigos en la escena. Su experiencia y anécdotas son tan interesantes como sus legendarias imágenes.

Selfies de Pat Graham en su gira con Modest Mouse.
Bueno, siempre me ha llamado la atención cómo los fotógrafos se acercan a la fotografía por primera vez, así que vamos a empezar desde el principio… ¿A qué edad y cómo te metiste en la fotografía? ¿Tus padres te inculcaron su lado artístico? ¿Fue en la escuela? ¿O simplemente un interés personal en documentar lo que había a tu alrededor?
La primera vez que me interesé por la fotografía fue mirando portadas de discos. En particular, Alive II de Kiss tenía en el reverso algunas fotografías impresionantes de la banda en directo. Me encontré estudiando estas fotografías mientras lo escuchaba. Probablemente yo tendría alrededor de 9 o 10 años en ese momento, y ni siquiera me había dado cuenta el efecto que esas fotografías despertaron en mí. A partir de ahí, me metí mucho en la música. En mi último año de la escuela secundaria, vi que realmente quería formar parte de ello y estaba muy interesado en el arte visual. Dieron una clase de fotografía en mi escuela y a todos los alumnos se les cedió una Pentax K 1000 y luego se nos enseñó cómo imprimir en un cuarto oscuro. Mi primera vez en el cuarto oscuro me enganchó por completo a la fotografía, ver como evolucionaba de un trozo de papel en blanco a una imagen en blanco y negro era bastante mágico.
Lo obvio para mí fue de combinar mi nuevo amor por la fotografía con mi obsesión por la música. Pronto empecé a llevar mi cámara a los conciertos y a fotografiar todas las bandas que pude. Me sentí atraído por el trabajo de otros fotógrafos, especialmente Charles Peterson. Sentí que lo que hacía capturaba la esencia de la música en vivo, combinado con unas composiciones increíbles. Sus fotografías mostraban la historia verdadera de todo lo que se situaba frente a su objetivo. Es algo a lo que yo aspiraba.
Fue la época en que Bikini Kill empezaban y Nation of Ulysses se estaban volviendo importantes. Fui afortunado de poderles fotografiar, además de los demás grandes del DC. Creo que a Fugazi los llegué a fotografiar más de 20 veces.
Antes de mudarte a DC y retratar su escena, ¿cuáles fueron los temas que te interesaba más fotografiar?
Cuando empecé a tomar fotografías, como estudiante en su último año de secundaria, me interesaba cualquier cosa que tuviera una composición atractiva. También estaba interesado en la macro-fotografía. Con el tiempo, fotografiar músicos y bandas se convirtió en mi temática principal. Quería ir a tantos conciertos como me fuera posible. Desafortunadamente, donde yo vivía había un límite de edad en la mayoría de los conciertos, ya que se llevaban a cabo en los bares donde se vendía alcohol. En otras palabras, debías tener 21 años para poder entrar en esos conciertos. Era muy frustrante, ya que me estaba perdiendo una gran cantidad de oportunidades increíbles.
Entonces empezó Fugazi. Los había visto una vez y había descubierto que iban a venir de nuevo a la zona donde yo vivía, en Wisconsin. Por desgracia, no tenían un lugar donde tocar, así que algunos amigos y yo decidimos montarles un concierto que se celebró en el Centro de exposiciones de Waukesha. Fugazi se quedaron en casa de mis padres y me hice muy amigo de ellos. Con su apoyo y el de otras personas que conocí en Washington DC, encontré la fuerza para trasladarme desde Wisconsin a DC. Un amigo de DC condujo las 15 horas de distancia que nos separaban en su camioneta para recogerme y ayudarme con la mudanza. En ese punto, ya estaba muy involucrado en la escena del DC y podía salir a fotografiar las bandas cada vez que quería.
Fue la época en que Bikini Kill empezaban y Nation of Ulysses se estaban volviendo importantes. Fui afortunado de poderles fotografiar, además de los demás grandes del DC. Creo que a Fugazi los llegué a fotografiar más de 20 veces.
Nation of Ulysses capturados por Pat Graham.
Cuéntame más de porqué te mudaste a DC: ¿Qué era tan atractivo de todas esas bandas o de la escena en general? ¿Te habías involucrado del mismo modo en Milwaukee?
La razón por la que me trasladé a DC fue simplemente para poder fotografiar las bandas que amo y también ser parte de una escena que se preocupaba por las mismas cosas que me importaban. La escena en Milwaukee era mucho más pequeña y un tanto restringida por las leyes de los bares. Había mucha gente en Milwaukee que estaban haciendo grandes cosas, pero me apetecía realmente estar en otro lugar donde hubiese aún más que estaba en el centro de todo lo que está sucediendo en los Estados Unidos, porque era su capital.
¿Cómo de importante fue la influencia de estos primeros días de la escena hardcore y punk en tu trabajo posterior o en tu carrera en general? ¿Y qué personas o bandas, de todas esas fuerzas creativas que te rodeaban en el momento, fueron los más influyentes, tanto personalmente como profesionalmente?
La primera escena punk y hardcore ha influenciado mi vida enormemente. Primero, porque pude practicar mi estilo fotográfico y me enfrenté a cómo funcionaba todo. El aspecto más importante de esa primera época era y todavía es la gente que conocí. Todas estas personas eran extremadamente inspiradoras y también muy útiles al mismo tiempo. Cuando me mudé a Washington DC, antes de que pudiera parpadear ya tenía un trabajo, un cuarto oscuro en mi armario, y la oportunidad de conocer todo tipo de personas que inspiraban y que me ayudaron con todo. No puedo decir cual fue a la más influyente en mi vida, sin embargo, hay unos pocos que se lo imaginan. El primero de ellos es Ian MacKaye, de alguna extraña forma todo me remite a él. Por ejemplo, la forma en que conocí a mi esposa está relacionada con Dischord Records. Y Melanie me ha influido, tanto a nivel personal como profesional, más que nadie que conozca.
Jenny Toomey y Kristin Thomson fueron extremadamente influyentes en mi vida en DC. Fundaron Simple Machines Records y me dieron un trabajo que me ayudó a pagar el alquiler. Isaac Brock fue también muy importante para mí. Conocí a Isaac cuando se trasladó a la Positive Force House donde yo vivía. Fue en el año 1992, y desde ese momento empecé a tomar fotos de Isaac. Seguí fotografiando Isaac y su banda Modest Mouse durante los siguientes 25 años. Isaac me presentó a algunas personas increíbles, incluyendo Johnny Marr, a los cuales he estado fotografiando en sus diversas bandas y como artistas en solitario, durante más de 10 años.
Cuando los veía tocar, me movía por la emoción y el sentimiento que había en la sala. Quería ser capaz de captar la esencia de ese momento dentro de un frame. Entre 100 imágenes sorprendentes de Fugazi, buscaba dos o tres que realmente resumiesen la banda y lo que vi.
¿Crees que hay una falta de actitud o implicación social y política en la música de hoy en día?
No lo sé, en realidad nunca he pensado en ello. Ahora soy mayor y las cosas han cambiado mucho gracias a Internet. Creo que todavía hay grupos y personas que se preocupan por los problemas sociales, y estas personas también tienen bastante buena actitud. No te podría decir específicamente quienes son, sin embargo sé que existen. Y todavía me encuentro con personas influenciados por las bandas de DC.
Algunos de tus fotografías de esa época se han convertido en imágenes icónicas, al mismo tiempo que esas bandas se volvieron muy influyentes años más tarde. Supongo que no te diste cuenta de ello hasta pasados muchos años, pero ¿alguna vez pensaste que podría suceder mientras estaba retratando esos momentos?
Cuando estaba fotografiando a bandas como Fugazi y Bikini Kill, en mi cabeza no estaba pensando que necesitaba conseguir una imagen icónica. En ese momento solo pensaba que esas bandas me resultaban muy inspiradoras. Cuando las veía tocar, me movía por la emoción y el sentimiento que había en la sala. Quería ser capaz de captar la esencia de ese momento dentro de un frame. Entre 100 imágenes sorprendentes de Fugazi, buscaba dos o tres que realmente resumiesen la banda y lo que vi. La única manera que conocía para poder hacer eso, era observar a la banda tanto como me fuera posible. Y cuando digo esto, me refiero a ir a tantos conciertos suyos como pudiera. No me refiero a disparar 1000 fotos de ellos cada vez que tocaran. A veces sólo disparaba seis veces, porque quería fotografiar solamente cuando sintiera que tenia algo delante que valiera la pena. Después de todo, estoy muy feliz que algunas de mis imágenes hayan llegado a representar aquel momento e incluso una banda en particular. En el caso de Bikini Kill, un par de mis imágenes se han convertido en la representación de todo un movimiento: el Riot Grrrl. Una de las cosas más emocionantes que he visto hacer con una de mis fotografías, es una chica que se la tatuó en su brazo.

Una de las imágenes icónicas de Pat Graham sobre Bikini Kill.
Robert Cappa dijo una vez: «Si tus fotos no son lo suficientemente buenas, es porque no estás lo suficientemente cerca». No sé si está de acuerdo con esa afirmación, pero parece que tu siempre intentas estar físicamente cerca y usar lentes de gran angular. ¿Cómo de importante es para ti poder estar, no solo cerca físicamente, sino también emocionalmente cerca de tus objetivos?
Es una muy buena declaración de Robert Cappa. Estoy de acuerdo con él, sin embargo, en mi condición de fotógrafo de bandas, también creo que es muy importante no estar tan cerca. Como la cosa que estaba fotografiando era la música, lo último que quería hacer era interferir con la interpretación musical y la experiencia general del público. Sólo era una persona con una cámara, para conseguir estar tan cerca debía llegar temprano y reclamar mi lugar en frente del escenario sin empujar a nadie. Las cosas cambian, obviamente, y ahora los fotógrafos tienen unas zonas muy controladas y se limita lo que pueden fotografiar.
Has hecho buenas migas fotografiando a bandas que te permiten entrar en su intimidad. ¿Con qué grupos de rock has forjado vínculos más fuertes? ¿Ha habido algún momento en el que te dieses cuento que algo no iba a funcionar?
Ser un buen fotógrafo significa ser también una persona agradable y empática. Las personas que he fotografiado me han dejado estar tan cerca porque he construido buenas relaciones con ellos y les he dado confianza. Mi vínculo profesional con Isaac Brock ha sido maravilloso. Básicamente, él me lo dejaba fotografiar todo y luego lo editábamos juntos. Actualmente, tengo muy buena relación con Johnny Marr. Él es muy accesible, porque conoce mi trabajo y me conoce a mí. Si hay alguna fotografía que no le gusta no la voy a publicar. Un buen juez es el que sabe que fotos no deben salir a la luz.
Actualmente, tengo muy buena relación con Johnny Marr. Él es muy accesible, porque conoce mi trabajo y me conoce a mí. Si hay alguna fotografía que no le gusta no la voy a publicar. Un buen juez es el que sabe que fotos no deben salir a la luz.
¿Qué tal llevaste lo de mudarte a Londres? ¿Inglaterra, la luz, los fotógrafos, la música o incluso su sentido del humor afectaron a tu fotografía de algún modo?
Mi mayor influencia una vez me hube mudado a Londres fue mi mujer Melanie Standafe. Trabajamos en algunas proyectos fotográficos juntos y lo más importante, fundamos una galería que funcionó durante 5 años. Esto es aun muy importante para mí. Después de lo de la galería viajamos juntos con Modest Mouse por todo el mundo. Que la banda se hiciera más popular me permitió crear un blog de fotos suyas y completar mi proyecto fotográfico de 20 años siguiendo a Isaac Brock para mi siguiente libro sobre Modest Mouse.
¿Qué tal fue trabajar con Johnny Marr?
Tiene una percepción increíble de la credibilidad. Respalda mucho mi trabajo y me ha brindando unas oportunidades increíbles. Cuando le saco fotos, me gusta pensar que es un ejercicio conjunto. Johnny ha sido fotografiado por algunos de los grandes y sabe lo que es bueno. Tiene una energía a la que yo sólo puedo aspirar.
Modest Mouse según Pat Graham.
¿Cuánto te interesa la fotografía contemporánea o, digamos, la fotografía que se escapa de las escenas en las que normalmente te mueves? ¿Hay algun fotógrafo artístico, urbano o especializado en retratos que sea tu favorito?
Me encanta la fotografía en general. No me gusta pensar en mi mismo como si tan solo fuera un fotógrafo musical. Hace poco termine mi master en fotografía documental y doy clases en la Academía Británica de Fotografía. El documental “Everybody Street” de Cheryl Dunn es muy inspirador. También me encanta el estilo de Eamonn Doyle en las calles de Dublín. Las composiciones, los colores y los temas que dispara son increíbles. Me recuerda a gente como Ródchenko o Llissitzky. También me apasiona el trabajo del artista vasco Nader Koochaki, recientemente he trabajado con él en su exposición a la Sophia Contemporary Gallery. Hace cosas increíbles con cuadrículas, composiciones y fotografías en blanco y negro, incluso con textos. Su lenguaje visual radica tanto en sus imágenes como en el diseño, y es algo muy complicado de hacer.
No me interesa especialmente el debate entre digital y analógico, pero tus primeros trabajos los disparaste en analógico y hoy en día probablemente uses el formato digital, me gustaría saber si has notado alguna diferencia al disparar. No hablo en términos de calidad, sino de tu estado mental y sentimientos mientras tomas las imágenes.
Me gusta lo analógico y la idea de tener un objeto físico, en oposición a un archivo digital que puede eliminarse o desaparecer con relativa facilidad. He aprendido mucho usando el formato digital, porque los resultados son instantáneos. Utilizándo la cámara digital no me tengo que preocupar de disparar las fotografías y que días más tarde descubra que algo fue mal y todas han quedado fatal.
También has estado disparando polaroids durante mucho años. ¿Qué significan estás imágenes instantáneas para ti? ¿De dónde viene tu amor por las polaroids?
Las polaroids representan el objeto físico que aparece momentos después que la cosa que documenta. Es fascinante como este objeto estuvo en la misma habitación que la persona o el objeto que representa. Tengo polarois que fueron tomadas durante las giras y esas fotografías estuvieron en el viaje del mismo modo que lo estuve yo. Mi amor por ellas viene de gente como Andy Warhol. Y también me gusta la idea de compartir inmediatamente algo con la persona que has fotografiado, mirarlo y desarrollarlo juntos. Me hace muy feliz que vuelvan a estar de moda. Es genial que Fuji las haya mantenido vivas y que otras marcas como Leica o Loma estén fabricando nuevas cámaras. Me gusta imaginar que las nuevas generaciones empezaran a usar la fotografía instanánea para capturar momentos importantes en el tiempo.
El workshop va sobre capturar un momento y explicar una historia a través de la fotografía. Repasaremos algunas historias que ya han sido contadas a través de la fotografía y como podemos utilizar estos conceptos para expresar acontecimientos actuales.
Y ahora, cuéntanos sobre este workshop que prescedirá tu exposición en Málaga. Hablanos de las dos propuestas para terminar de convencer a aquellos que se estén planteando venir a saber más de ti.
El workshop va sobre capturar un momento y explicar una historia a través de la fotografía. Repasaremos algunas historias que ya han sido contadas a través de la fotografía y como podemos utilizar estos conceptos para expresar acontecimientos actuales. Se ha convertido en un lenguaje que todos podemos utilizar. Hay personas tomando millones de fotografías para expresarse. Mi trabajo anima a la gente a aprender a usar este lenguaje de una manera bonita y significativa.
La exposición, titulada Instrument, va sobre series en las que he estado trabajando durante muchos años. Fue publicada en forma de libro vía Chronicle Books en 2011 y contiene fotografías de músicos con sus instrumentos favoritos. Estas fotografías están tomadas de una forma que expresa como es el instrumento y he utilizado macro-fotografía y estilo paisajístico para documentarlos. El texto que les acompaña es la historia del objeto contada por el propio músico.
Esta guitarra perteneció a Joy Division y la encontraréis retratada junto a su historia en «Instrument».
Hablando de tu proyecto y libro Instrument, ¿Tenías la idea de realizar la serie desde el principio o la adoptaste a partir de fotos que ya tenías hechas para expandirla posteriormente?
Empecé a sacar fotos de instrumentos cuando me percaté de lo mucho que esos objetos significaban para los músicos a los que retrataba, algo parecido a lo que me pasa con las cámaras que utilizo y amo personalmente. Los instrumentos también han viajado a través del tiempo y han atravesado las mismas experiencias que los músicos. A medida que iba haciendo las fotos, sus reacciones me dejaron claro que debía seguir con ello. También pretendía llevar el concepto de fotografía musical más allá del grupo encima del escenario, para demostrar que la música significa mucho más que eso. Además, acceder a los músicos y sus instrumentos ha sido más fácil de lo que imaginaba gracias a que ellos han disfrutado del proyecto. Johnny Marr fue una gran influencia en buena parte de la serie. Me dio acceso a algunas de sus guitarras más importantes y me presentó a gente como Bernard Sumner y Jerry Dammers. De la misma manera, Isaac Brock me presentó a Wayne Coyne de los Flaming Lips. En general el proyecto ha crecido de manera orgánica. Mientras tomas las fotos los músicos te dicen cosas como “tienes que conocer un amigo que tiene esto…” o “deberías fotografiar esto otro”, etc…
Johnny Marr me pidió que fotografiara una guitarra Gibson que lo significaba todo para él. Con ella compuso canciones como «Heaven Knows I’m Miserable Now».
¿Has encontrado parentescos extraños o divertidos entre alguno de los músicos y sus instrumentos?
La mayor parte de las relaciones que tienen los músicos con sus instrumentos son fascinantes. Es difícil para mí elegir uno en particular, por lo que os animo a venir a la exposición para saber más sobre ello. Puedo explicar una historia divertida que me ocurrió tomando fotografías de uno de los instrumentos. Johnny Marr me pidió que fotografiara una guitarra Gibson que lo significaba todo para él. Con ella compuso canciones como «Heaven Knows I’m Miserable Now». Sin duda la mayoría de la gente le daría un valor excepcional, casi incalculable. Johnny la trajo al concierto de Cribs y me dijo que podía cogerla y llevármela a casa para fotografiarla sin prisas. Yo estaba entusiasmado por ello, pero al mismo tiempo estaba de los nervios. Lo último que quería hacer era pasearme por Londres con esa guitarra icónica, por lo que tomé un taxi para llevarla a casa. Se quedó allí durante casi un año y me gustaba tenerla cerca aunque sentía mucha responsabilidad. Recuerdo que cuando nos marchamos de vacaciones y tuve que dejarla sola en casa durante dos semanas, se me ocurrió esconderla dentro de una de las camas de mis hijos para que estuviera a salvo. Finalmente se la devolví a Johnny en su casa de las afueras de Manchester. Me entristeció, aunque me alegré de verla regresar allí.
¿Estás trabajando en algún proyecto nuevo del que nos puedas hablar?
Estoy trabajando en varios proyectos ahora mismo. Aparte de la exposición de The Instrument Series, que está girando por Europa, me estoy encargando de una exposición de Polaroid que espero que se inaugure el año que viene en the House of Vans de Londres y con suerte también en España. También he solicitado hacer un doctorado en fotografía. Se basará en mis estudios acerca de los métodos de relatar historias a través de la fotografía, el cual será la continuación del máster que completé en la universidad de Westminster en Londres.
Fotografía de portada: «Instrument» de Pat Graham.
Alberto Polo
Nacido y criado en Barcelona, la ciudad donde aún vive. Entró en la fotografía interesado por sus dos pasiones adolescentes: la música y el skateboarding. Estudió fotografía en la Universitat Politècnica de Catalunya y en la Westminister University de Londres. Disfruta escuchando discos, conduciendo su bici y bebiendo te. Como Dischord tuvo a su Pat Graham, BCore ha contado con él para retratar la trayectoria de algunas de sus bandas míticas.