Familea Miranda se formó en Santiago de Chile en 1999 y, a día de hoy, siguen tocando por los mismos sitios y rodeándose de gente que, al igual que ellos, se construye cada día, en cada ensayo, en cada concierto. Está compuesta por Katafú, Milo y Álex, y su último disco, Radiopharm, ha sido editado por BCore. Son varios los álbumes que tienen, pero para sentir la esencia de esta banda, hay que escucharlos en directo. Cara a cara. Tienen una manera especial de hacer las cosas. En comunidad, con principios. De corazón.

Desde el año 2007 viven en Barcelona y son una parte importante de la escena underground en la ciudad. Han recorrido desde las okupas más emblemáticas como TDN, Ekipo B, Blokes Fantasma, La Gran Nada o Chemikal Búnker, hasta salas de conciertos como el Moog o también el Apolo Store. Suelen moverse dentro del ámbito del colectivo Ójala estë mi bici, que organiza conciertos DIY en Barcelona.

Su puesta en escena es un derroche de energía, de ruidos, y de entendimiento con su público. La batería ágil y contundente, da un estilo especial a la banda; acompañada de letras inesperadas y directas, que aparecen cuando menos las esperas. Y te golpean la conciencia, esas voces que Milo y Katafú emiten de modo descarnado y dejándose las cuerdas vocales en el escenario.

Familea Miranda es una banda que se siente y que no te deja indiferente. El público nota como su sonido te envuelve y, sin pensarlo mucho, el movimiento se apodera de sus cuerpos. La escena con luces tenues sobre las cabezas, los golpes de bajo y los solos de una guitarra que parece comandada por una fuerza sobrenatural, te cautivan. Te sumergen en su mundo de catarsis.

Hablemos con ellos.

https://bcoredisc.bandcamp.com/album/radiopharm

Hola Rodrigos, Hola Álex. ¿Qué es Familea Miranda y quiénes son sus miembros? ¿Podríais hacernos un breve resumen de lo que habéis hecho cada uno hasta el momento?

Katafú: Pues yo soy el Katafú y he tocado en un par de bandas en Chile y desde hace varios años toco en Familea Miranda con “El Muelles” y “Milito».

Álex: Yo soy Álex, “El Muelles”, estoy en Barcelona desde hace unos diez años y hace unos seis que conozco a Familea Miranda. Antes tocaba en Parmesano y en varias otras bandas.

Milo: Yo soy Milo, hace diez años que vivo en Barcelona, hace un montón de años que toco con el Katafú en Familea Miranda. Antes había tocado en mil bandas cercanas al punk, ahora me dedico a un estudio de grabación en Barcelona, que se llama Hukot, y a la Familea Miranda.

[El disco] se hizo durante algunos años. Se grabó un par de veces. Se borró y se volvió a grabar. Se volvió a borrar, se volvió a grabar. Y Cuando BCore quiso editarlo dijimos: «Bueno, ahora vamos a tomárnoslo en serio».

¿Qué podéis contarnos de Radiopharm, vuestro último disco?

Katafú: Es nuestro quinto disco de estudio, desde del 2001. Fue auto producido por el señor Gomberoff (Milo), que además tocó el bajo y apretó el botón de “REC” en la grabación

Milo: Y canté también.

Katafú: Y se hizo durante algunos años. Se grabó un par de veces. Se borró y se volvió a grabar. Se volvió a borrar, se volvió a grabar. Y Cuando BCore quiso editarlo dijimos: «Bueno, ahora vamos a tomárnoslo en serio».

¿Cuántos discos/trabajos habéis hecho hasta el momento? ¿Ha habido evolución, progreso? ¿Cómo ha sido este camino?

Milo: Yo podría decir que, en realidad, nosotros somos una banda de directo. Habitualmente, lo que hacemos es ensayar, hacer canciones, hacer discos e irnos de gira. Esa es nuestra dinámica desde hace casi veinte años. Y la evolución quizás ha sido disciplinar. Parte de esta dinámica, también, es conocer mucha gente y conocer mucha música. Y eso, se refleja finalmente en la música que hace uno. Básicamente, esta es nuestra fórmula de trabajo. La misma desde hace unos veinte años. Eso es.

¿Qué influencias tenéis musicalmente hablando?

Álex: A mí, la verdad es que me gusta un poco de todo. Y toda mi vida he escuchado diferentes tipos de música. En mi casa siempre ha habido música. He crecido con los clásicos. Después he descubierto otras cosas. No sabría decir que grupo me gusta más o menos. Me gusta todo.

Katafú: Yo empecé a perjudicar mi vida escuchando metal en los ochenta y luego el hardcore me salvó un poco de ese prejuicio. Pero me llevó a los sonidos más subterráneos y “enfermitos” del ser humano. Ahora puedo decir que ya no hay vuelta atrás. Voy a morir pronto escuchando la misma “mierda” que escuchaba cuando era joven: Fugazi, Slayer, 7 Seconds, etcétera.

Milo: Para mí, la banda que más me ha influenciado son The Beatles. Y luego, Katafú y Álex. Es lo que más me influencia. Una banda que de verdad me rompió la cabeza fue Scratch Acid, de Texas. Creo que hay un antes y un después de ahí. No hay ninguna otra banda que haya provocado lo mismo que esta. Espero que la haya, alguna vez.

Scratch Acid eran tejanos, borrachos, quizás “yonkies” y estaban con una movida más de abrir la mente; se salían del hardcore “tupatupa” hacia la oscuridad del individuo.

Katafú: Sí, a mí también. Debo decir que Scratch Acid, después de escuchar 7 Seconds, me perjudicó aún más. Porque 7 Seconds era hardcore, pero era muy positivo; como con ese sentimiento de “vamos ahí”, con nuestro sudor y nuestra fraternidad de colegial gringo. Y Scratch Acid eran tejanos, borrachos, quizás “yonkies” y estaban con una movida más de abrir la mente; se salían del hardcore “tupatupa” hacia la oscuridad del individuo. Indistintamente, creo que uno puede llegar a escuchar cosas, por decirlo de alguna manera, opuestas. Que están en las Antípodas. Como el speed metal y Billie Holiday por ejemplo.

Milo: Sobre las influencias musicales, creo que la gracia de tener una banda justamente es que las compartes con un montón de otras bandas. Y con otros músicos que a veces vienen de muchos lados del mundo, y eso es una gran influencia para la música. Creo que lo más importante de lo que hacemos es poder intercambiar, grabar, escuchar discos, ir a conciertos nuestros en los que tocan otras bandas, ir a conciertos de otras bandas y qué se yo… Creo que ahí está la influencia. Es el asunto de vivir esta movida que estamos haciendo, considerando este contexto social y político muy chungo, horroroso.

Acabáis de volver de una gira por Chile, el pasado Diciembre de 2016. ¿Qué habéis hecho? ¿Dónde, cómo y con quién?

Milo: La gira fue de 11 días e hicimos 9 conciertos, exactamente.

Intenso.

Katafú: Sí, muy intenso. Hemos tocado en Santiago de Chile, en Valparaiso, en Concepción, en Chillán. Luego hemos viajado al norte del país y hemos tocado en Antofagasta.

Milo: Y en Arica.

Katafú: Hemos cogido un bus y atravesado el desierto de Atacama. Son diez horas para llegar a Arica, que está en la frontera con Perú. Volvimos a Santiago, de ahí a San Felipe y a los dos días ya estábamos en el avión de vuelta a Barcelona. Es una experiencia que venimos haciendo aproximadamente cada dos años. Siempre en temporada de verano allí. Es antes de que los estudiantes se vayan de vacaciones a la playa, en verano. Y hemos tocado con distintas bandas. Algunas eran bandas antiguas que conocíamos de cuando estábamos ahí. Puedo nombrar a Animales Exóticos Desamparados o una banda que se llama Zat.

Es la segunda vez que voy de gira con Familea Miranda a Chile. Me han tratado muy bien, la gente es maja y agradecida. Les gusta la música, el buen hacer y el buen comer.

Milo: Como Za!, pero con “t” al final.

Álex: Y Marcel Duchamp.

Katafú: Hemos vuelto a tocar con Marcel Duchamp, sí. Con Congelador, que es una vieja banda de nuestra época, de cuando éramos jóvenes. Y también con Hélices, una banda de post rock de Antofagasta que está muy bien también.

Álex: Sí, eran muy jóvenes y muy buenos. Es la segunda vez que voy de gira con Familea Miranda a Chile. Me han tratado muy bien, la gente es maja y agradecida. Les gusta la música, el buen hacer y el buen comer.

¿Es comparable la escena en Barcelona/España con la escena chilena?

Katafú: Los puntos en común son las bandas que quieren tocar en conciertos. Pero lo que hemos notado es que, de alguna manera, todo se mueve muy oficialmente. No hay vías alternativas como pueden encontrarse aquí, en Europa. Y no sé si las habrá algún día. Por eso, todo cuesta mucho más que aquí. La gente va haciendo lo que puede, lo que le da las gana, lo que le permite la legalidad existente, el dinero y la infraestructura de los locales. Todo oficial. Todo es como en bares o en discotecas.

Milo: Habitualmente, la gente que hace lo que hacemos nosotros, a través de marcas y de proyectos gubernamentales y de qué se yo. Cosa que nosotros no hacemos en general, y es bastante más difícil. Pero bueno, con los colegas y con cómo lo hemos estado haciendo hasta ahora, ha resultado, en realidad.

Los conciertos comienzan a las 1 de la mañana por lo bajo. Y te vas acostar cuando ya están los pajaritos cantando. Se duerme poco, y a la semana de gira ya se nota.

Katafú: Otra cosa que es muy dura también, es que allí todo comienza muy tarde. Los conciertos comienzan a las 1 de la mañana por lo bajo. Y te vas acostar cuando ya están los pajaritos cantando. Se duerme poco, y a la semana de gira ya se nota. Es una diferencia importante que yo considero, con respecto a como son las cosas aquí.

Álex: Y las distancias. Aquí en dos horas estás en cualquier lado y allí no has salido ni de la ciudad.

Milo: Solo para salir de Santiago se necesita una hora y media.

¿Y qué viene a partir de ahora?

Milo: Tenemos ahora un viaje a Portugal y otro a Francia. También estamos intentando hacer un disco para este año. ¡Además de seguir tocando en todos los lugares posibles!

Álex: Lo que más nos interesa ahora es grabar un disco nuevo, que es lo que vamos a hacer a partir de hoy.

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Próximas fechas de concierto: 

– Jueves 23 febrero, 21:30, Le Badabing, Nimes, FR.

– Viernes 24 febrero, 21:00, L’Embobineuse, Marseille, FR.

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Fotografias de la gira chilena. (Archivo)