Wud

¿Hacia dónde va la música? Pocos lo saben, pero parece que haya muchos marineros expertos en las mareas que te ubican la armonía, en los plugins que hacen mover las olas y, en general, en las corrientes que te llevan hacia la técnica y el dominio absoluto del océano musical. Por suerte, también hay náufragos como los Wood que, aunque sepan cómo funcionan las herramientas de los experimentados, entienden que lo importante es dejarse llevar por las aguas o por lo que sea que te arrastra a la deriva. En ‘Okeanos’ hacen su primera Odisea y salen de rositas. Aunque no tuvieran buena madera, solo por el intento de hacer un disco tan ambicioso como el que presentan, Wood ya sería un grupo de mérito.

Entonces ¿qué buscan estos chavales de Torelló? Pues todo. Hay gente con gusto para la dispersión que busca coger tantos caminos como sea posible y que ninguno de ellos sea igual. El primer larga duración de Wood no tiene una sola lectura y es difícil enten- derlo en una sola escucha, porque cada canció n es un mundo distinto que el quinteto se come con hambre. Empezaron como banda de math-rock y eso no se abandona fácilmente, el disco está lleno de fórmulas y encadenamientos que dejan en tus oídos un sentimiento entre la incomprensión i la estupefacción. El laberinto matemático también adquiere formas del jazz. Quizás por la nueva incorporación de Arnau Pallarols a los teclados –¡escuchad sus discos en solitario, por favor!-, quizás porque no son mundos tan lejanos o quizás porque no hay manías ni fronteras cuando la banda se pone a componer.

Pero, ¿vienen de escuela de música o no? Sí y no. Todo lo que pueden tener de técni- cos y precisos también lo tienen de bestias. Demasiado jóvenes para ver L’Ecéctic – sala autogestionada que marco un antes y un despues en la comunidad subterran ea de su pueblo- en plena actividad, pero con el mismo espíritu punk en su ADN. En el disco, los remolinos de intensidad guitarrera y las bateria s rap idas no tardan en explotar y lo hacen con exactitud milimet rica y con garra chillona. Marc Fernan dez sabe cuan do debe cantar con seductora voz y cuan do debe convertirse en un nazgul del screamo. Esta segunda ocupacion ya hace tiempo que la ejerce en Enze, el grupo de emo ahogado que Fernan dez comparte con Raimon Costa, el otro nuevo fichaje de Wood a la guitarra. De tres a cinco miembros, y si hubiera un sexto, ese seria Eric Fuentes (The Unfinished Sympathy): tutor legal y padre espiritual que se ha encargado de la produccion del al bum. La crew se ha encontrado, el mal ya se ha hecho.

¿Que queda por decir entonces? Solo una cosa, que a los dos binomios anteriores (el del virtuosismo y el de la actitud) se les debe sumar un tercer elemento: la psicodelia. No estamos hablando de una etiqueta mas para ana dir al carro de la compra, sino de la forma en la que el grupo mira a su alrededor. Expectante ante la sorpresa de los sentidos, conunaclara predisposicion lisérgica que dota las canciones de poesía post- adolescente. Perdidos y encontrados, preocupados y despreocupados, hacia adelante y hacia atras . Las letras de Wood estan vivas y en movimiento, con eso bastaria ¿no? Te gustaran si eres fan de Faraquet, Zeidun, Biffy Clairo, Fugazi, Toe, Don Caballero, Karate, Viva Belgrado, Queens of the Stone Age…