Sealand

Oso

Ref: BC.213
Release date : 1 January, 2012
Format: LP, Digital

La puesta de largo de OSO supone una gran noticia. Tras un EP, Songs About God, que produjeron ellos mismos y que se movía entre ambientes crudos y minimalistas, la banda barcelonesa formada por ex-componentes de grupos como Her Only Pressence, Tetsuo o Puerto Esperanza abandona el formato trio para abrazar un sonido mucho más rico en matices. La entrada en la formación de Ignasi Carrer (Puerto Esperanza), Natalia Escaño (teclados) y Mario Patiño (guitarra) ha supuesto un gran salto cualitativo en cuanto a expresividad se refiere, algo que el oyente agradecerá al enfrentarse a Sealand (Bcore, 2012). Si antes las canciones de OSO te miraban a los ojos, ahora la complejidad de los arreglos te abraza por todos lados.

Las diez canciones que conforman el disco nos muestran a una banda muy versátil, con un fantástico olfato para los sofisticados arreglos compositivos y también para las melodías más sugerentes y de aires alternative country. Capaces de combinar electricidad y sonidos acústicos y de utilizar una asombrosa cantidad de instrumentos, la paleta expresiva del grupo sorprende por su riqueza y empaque. Con un sonido que recuerda a las bandas americanas de folk rock que han marcado el panorama independiente de los últimos años (The Decemberists, Iron and Wine, Wilco o Fleet Foxes), OSO demuestran una indudable maestría a la hora de dotar a sus composiciones de cálidas texturas que no le hacen ascos a la épica contenida ni a los acercamientos fronterizos.

La producción del disco saca todo el partido posible a la nueva orientación del grupo y de sus canciones. Sealand fue grabado en  los Estudios La Atlántida por las manos experimentadas de Mario Patiño y Edgar Beltri. Tanto la mezcla como la masterización de las diez canciones se llevaron a cabo en EEUU, un verdadero lujo que ha revertido en beneficio de las propias  composiciones.

Como un rayo de sol en pleno invierno o una taza de café al amanecer, las canciones de OSO destacan por su calidez y cercanía, convirtiendo la escucha de Sealand en algo íntimo y emocionalmente inspirador.