#03

Sin duda alguna, la mayor contrapartida de la música generada tecnológicamente es la autonomía que obtiene el músico trabajando en casa sin depender de un estudio de grabación, sus horarios y su coste. Esa, y una casi enfermiza hiperactividad creativa, son las razones principales de que tengamos ya en nuestras manos el tercer álbum de The Linn Youki Project, tras la segunda entrega (02) en 2005 y de la primera (#1) en 2004. Las tres referencias, unidas en una línea evolutiva contínua, muestran el buen hacer de una banda que con #3 llega a una madurez que, no por echarse de menos en sus dos primeros discos, queda patente con el disco más elaborado y concienzudo que Marco Morgione, Xavi Caparrós y ahora Ramon Aragall, acompañados de insignes colaboradores de la escena underground barcelonesa han grabado hasta la fecha. Porque si la tecnología, el uso compulsivo de samplers y programaciones es la semilla de sus composiciones, es en la vertiente orgánica dónde el grupo demuestra su plus de maestría. La batería de Ramon absorbe el doble juego de bajos de Marco y Xavi hacia su terreno, solidificando una base rítmica que siempre cede protagonismo a las capas de sonido generado con samplers, sintetizadores analógicos (más presentes que nunca), bajos piccolo, clarinetes eléctricos, trompetas, vocoders, saxos y trompetas y un sinfín de recursos auditivos. Y, en este disco y como herramienta especialmente utilizada para la ocasión, la voz humana como centro neurálgico del discurso, aunque nunca sea cantada excepto cuando es el Coro Copérnico quien expulsa el aire y casi siempre tratada sintéticamente. Nunca la banda había estado tan cerca del post-rock o del free-jazz, o del score setentero, gracias a una renovada visión jazzística de la base rítmica, combinada con un uso magistral de los instrumentos de viento. Una mayor aspereza en las texturas en detrimento de lo naíf de sus anteriores referencias, quitando color a sus dibujos animados para darles textura de carboncillo, añadiendo seriedad a un surrealismo discreto y elegante y apostando por el factor orgánico frente a la computadora. Y, en esta nueva y más compleja apuesta los aciertos transcurren uno tras otro, apoyados por la colaboración de miembros tan activos del subsuelo barcelonés como son La Orquesta de La Muerte (com miembros de Nisei), Jens y Jaime de 12Twelve, Víctor Nubla, Xavi Tort y la especialmente invitada Ainara LeGardon. Es difícil hablar de madurez en un grupo que siempre ha sido maduro y que siempre ha caminado un paso por delante en la escena post-rock nacional, pero, incluso así, The Linn Youki Project pueden presumir de haber culminado una impactante trilogía con un trabajo absolutamente adulto hecho por amantes de lo pueril.