Estrategia Lo Capto!

La tradición underground valenciana de los últimos años no se podría entender sin la presencia de los hermanos Junquera, Marcos y Fernando. Activistas hiperactivos de su escena musical, no han parado desde principios de esta década de organizar todo tipo de eventos subterráneos en Valencia; conciertos de grupos independientes, edición de fanzines y, sobretodo, una trayectoria musical basada en la experimentación. Desde la edición del magistral vinilo de debut de su primera banda relevante, Balano, en 2000, pasando por el delirio creativo de su segundo gran proyecto, Salchicha, hasta llegar a su banda más sólida, Estrategia lo capto!, los hermanos Junquera han demostrado su enorme talento creativo y sus todavía más impresionantes dotes interpretativas. Y más ahora, uniendo esfuerzos con Jonathan, miembro de Le Jonathan Reilly (Carmen Diablo Records) y creador del excelente fanzine Chilena Comando. Pero, sobretodo, les caracteriza una erudición incomparable en lo que a conocimientos sobre vanguardia musical se refiere, y una sanísima manera de entender la independencia y la experimentación, sin renegar de las influencias mainstream, abogando por la buena música como único leiv motiv de su carrera, investigando y promoviendo la música interesante y, sobretodo, de espíritu libre. Emparentados desde siempre con el post-rock, hurgando en las posibilidades instrumentales de la batería de Marcos, las guitarras de Fernando y el bajo de Jonathan, y utilizando las voces de una manera impresible y esporádica, es ahora, con Estrategia lo capto!, cuando sus habilidades y eclecticismo musical llegan al másximo esplendor. La lista de grupos que destacan en sus influencias es larga y misteriosa (22 pistepirko, Pell Mell, Massacre, Pere Ubu o Skin Graft), pero emparentarlos con Man or astro-man?, el sci-fi de serie B, el terrorismo sónico y los cómics de miedo no es ninguna aberración. Guitarras surferas más propias de la decadencia que del sol playero, ritmos viloentos herencia de los grupos de GSL como The Locust, grooves post punk, melodías ochenteras y una fuerte dosis de irreverencia y sentido del humor, lejos del snobismo y del intelectualismo de poca monta. Creatividad en estado puro, desenfado y estilo, las claves de un grupo que se ha convertido en buque insignia de la riquísima escena underground valenciana.