Qualude

Dentro de los circuitos más underground de la península, Qualude es un grupo que nos mantiene, desde su nacimiento en 1999, en permanente estado de expectación. Porque aparecen y desaparecen del mapa cuando les apetece, con la peculiaridad de que, cada vez que desaparecen, nos dejan con el caramelo en la boca, con ganas de más y preguntándonos cuando los podremos volver a escuchar. Tras sus andaduras con su anterior grupo, Porfideo RubIrosa, con quienes realizaron una gira estatal junto a los míticos belgas Quetzal, empezaron con Qualude con el objetivo de abandonar lo evidente, lo obvio del indie rock y centrarse en su parte instrumental, profundizar en su complejidad y acercar-se al rock experimental o post-rock. Y lo hicieron tan bien que se convirtieron no solamente en el buque insignia del sello 13 Grabaciones de Alicante sino en el máximo exponente del underground alicantino y uno de los más célebres del valenciano en general. Y cuando después de su brillante debut homónimo en 2001, de su memorable gira de presentación por el estado junto a Engine Down, de su clasificación para la parte final del Villa de Bilbao y de su recordada actuación en la meca de los seguidores del género, el Sant Feliu Fest de 2002, deciden abandonar su actividad como grupo y dedicarse a los quehaceres personales, la ausencia se hace sentir. Pero el clamor popular aprieta, y en 2004 deciden reactivarse, no sin añadir una nueva vuelta de tuerca a su música: la voz entra en escena, eso sí, como un instrumento más y no como leiv motiv de unas composiciones que siguen profundizando en la instrumentación. La trompeta, presente desde sus inicios, cobra ahora más sentido que nunca en su proyección melódica y todos los temas encuentran el equilibrio justo entre experimentación e inteligibilidad, recargando menos, dejando respirar y envolviendo todo de una atmósfera inquietante pero frágil. La causa de sus inquietudes y de este maravilloso El orden de las cosas (BCore, 07), una sabia mezcla de influencias directas (June of 44, Slint, Shipping News, Smart Went Crazy), combinadas con el influjo atmosférico de Spacemen 3 o la Velvet Underground y, sobretodo, con la devoción hacia Charles Mingus, Chet Baker o Miles Davis. Todo un abanico de sensibilidades recogidas por otras tres sensibilidades cualificadas: las de estos tres músicos que llevan el rock avanguardista un paso adelante, pero no para mezclarse con lo barroco, lo intelectualoide y lo snob, sino todo lo contrario: para expresar su sencillez con la sencillez de una batería, un bajo y una guitarra, prolongaciones de sus cerebros y de sus extremidades.